miércoles, 4 de febrero de 2009

Samu El (llene el espacio)

La primera conclusión de este primer gran sondeo de opinión es la vastedad de su participación: 19 personas de los diferentes extractos (bancario, del celular, de las pensiones) participaron con sendas votaciones, demostrando que la popularidad de este lamentable blog es comparable a la del protagonista de la encuesta, Samu El Alcalde.
En cuanto a las cifras (tan confiables como las de los programas de seguridad del gobierno nacional y las encuestas de El Tiempo), un sensato 10% opina que Samu El Heladero es igual de malo a Enrique Peñalisa, pero usa más manillas para ver si consigue más aceptación entre artezánganos, barrasbravas y lindascausistas. La diferencia radical entre un larguirucho y el otro, es que Peñalisa pintó las ratas de colores haciendo de Bogotá una ciudad fachada, mientras que a Samu El Payaso le tocaron las ratas ya despintadas, ganándose el repudio de la prensa local por no repintarlas.
Por su parte, el 15% de la opinión nacional cree que Samu El Imbécil se parece a Juan Navidad, pero sin el gorrito de dormir: es tan malo para hablar, tan cabezón, tan ojicaído y tan perezoso como el clásico navideño. La diferencia de fondo es que nuestro alcalde no sirve ni en el papel de dummy en un musical de Misi.
Un enorme 42% de los encuestados cree que Samu se parece a su abuelo, pero más estúpido: el general Roja Espinilla fue un pusilánime dictador, incapaz siquiera de exterminar a la izquierda (como sus colegas Pinochet o Videla) o de construir un aeropuerto decente, pero al menos mató a unas cuantas decenas de miles de estudiantes, ¡qué viva mi generalísimo Rojas! En cambio, la incompetencia de su nieto alcalde es tal que no lo quieren ni en su partido político –lo que explica, de paso, la incongruencia ideológica del Pollo Democrático.
Finalmente, Dios habló: 8.93 personas (un notable 47% de los encuestados) dijeron que Samu El Detestable es como Quico, pero más estúpido. Yo diría que mucho más estúpido: además de ser mangoneado por su arribista y peleona madre, no se junta con esa chusma (¿recuerdan cuando dijo en una entrevista que él no hablaba del pico y placa?; chusma, chusma, pff), tiene cachetes de marrana flaca y berrea por todo, entre otras similitudes con el inolvidable personaje de Carlos Villagrán. Por eso, si vivimos en la vecindad del Chavo, me pido ser Ron Damón y no pagar la renta.
Como quiero trabajar en RCN y sé que las directivas del canal leen este influyente blog, mi conclusión más importante de la primera gran encuesta La noche de los tajalápices es que Uribe sigue siendo lo mejor que le ha pasado al país: sin su necesidad de cortinas de humo, los medios no le darían tanto bombo a otro pésimo Alcalde de Bogotá.
Aberrante, presidente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"El Heladero es igual de malo a Enrique Peñalisa" Está absolutamente seguro?